No me llames cariño, no necesito caridad. Ya no somos unos críos, ya está todo dicho, que cada uno siga su camino. Cada uno en su lugar. Cuando buscaba tu boca, el viento se llevaba mis besos, se estrellaban contra una roca de obsidiana pura, dejándome el alma rota, llenándome de amargura. Cuando buscaba tus manos, quedaba solo en la pista, me apartabas de tu lado, el baile era con otro, como si fuera un extraño. Ahora no te conozco. No me llames cariño, no necesito caridad. Ya no somos unos críos, ya está todo dicho, que cada uno siga su camino. Cada uno en su lugar. Cuando buscaba consuelo, tú no me escuchabas. Nunca era el momento para mis depresiones, demasiados lamentos, demasiadas discusiones. No me llames cariño, no necesito caridad. Ya no somos unos críos, ya está todo dicho, que cada uno siga su camino. Cada uno en su lugar. Cada uno en su lugar. No me llames cariño. Ten caridad.